PREDICAR CON EL EJEMPLO



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PREDICAR CON EL EJEMPLO



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TU ROL COMO PADRE


Los padres tenemos la tarea insustituible e indelegable de educar a nuestros hijos en valores. Lo que queremos lograr con esta tarea es que todo lo que para nosotros es bueno o valioso, también sea bueno y valioso para nuestros hijos, y eso solo se puede lograr vivenciando día a día mediante el ejemplo.

Desde los primeros días de nuestra vida aprendemos a apreciar las cosas que satisfacen nuestras necesidades básicas como la alimentación, pero en especial valoramos a las personas que nos las proporcionan. El comportamiento de nuestros progenitores es el primer referente de lo que es valioso.

Es por esto que podemos decir que la personalidad y nuestro carácter se moldea con las actitudes y comportamientos de las personas que nos educan, ya sean los padres u otros familiares. El rol que desempeñamos los padres y especialmente nuestra conducta tiene mucho peso en lo que posteriormente serán los principios y creencias de nuestros hijos.

Nuestros hijos aprenden a valorar el fondo y la forma de todo lo que decimos y hacemos, como también lo que dejamos de decir o hacer. Todos nuestros gestos y comentarios influyen determinantemente en su manera de ver las cosas y también aprenden a diferenciar la teoría y en especial la práctica de los valores que a la larga es lo que más trascendencia tiene en sus vidas.




Por lo tanto, la consistencia y la coherencia que tengamos en nuestro comportamiento es lo que dará las bases y la solidez en la formación de nuestros hijos. Si nosotros como padres somos coherentes en lo que decimos y hacemos, la personalidad de nuestros hijos estará mejor formada, y es aquí, cuando comiencen a sentir las presiones sociales y también la de otros valores diferentes a los suyos, que se ven influenciados al relacionarse con otras personas, se pone a prueba la fortaleza de los valores que les hemos enseñado con la coherencia anteriormente mencionada.

Se ha dicho en un principio que el rol que cumplimos los padres en la formación de valores es indelegable ya que los valores que no fueron formados en casa, no se pueden formar en las instituciones educativas ya que estos centros no satisfacen las necesidades básicas de la vida, esta es responsabilidad únicamente competente a los que crían.

Cuando los valores que no son otra cosa que convicciones que se forman en casa no son lo suficientemente sólidas, lamentablemente se verán expuestas y afectadas por otras creencias y la intensa competencia social.

A diferencia de las normas las mismas que las acatamos a pesar de nuestra voluntad, los valores son comportamientos libres ya que tienen el respaldo de nuestra voluntad, y que decidimos se sean parte de nosotros con gusto porque hemos experimentado el beneficio que genera en nosotros y en nuestro alrededor, por ende nos producen satisfacción.

No podemos olvidarnos que para transmitir valores hay que poseerlos y que la herramienta principal es el ejemplo práctico y cotidiano de las actitudes y conductas. Tal como está el mundo hoy en día, la probabilidad de formar a nuestros hijos con grandes explicaciones de lo que consideramos correcto o incorrecto es nula, ya que la memorización de estas explicaciones teóricas no garantiza que nuestros hijos pongan los valores en práctica.




Educar en Valores. Los padres como modelos
Por: Rosario Escudero (2009)
Psicóloga especialista en Psicología Clínica

La familia como eje fundamental en la formación de valores en el niño
Por: Dra. Odalys Suárez.

Familia y Transmisión de valores
Por: Pedro Ortega Ruiz (2004)

Trata sobre LOS PADRES COMO MODELOS Y MOLDEADORES DE VALORES
Como aprendemos más imitando a aquellos que amamos y admiramos: la importancia de ser coherentes con nuestros hijos.
También habla sobre el desarrollo y práctica de valores esenciales para la vida. ¿Cómo transmitirlos? Ver artículo completo

La familia es referencia de vida de cada persona en nuestra sociedad; son estructuras complejas en donde se vierten las emociones de los individuos, son filosofías de vida en donde se mantienen los vínculos afectivos, valórales y en donde se ponen más a prueba los conflictos humanos. Ver artículo completo

Se parte de la necesidad de hacer de la experiencia en el ámbito familiar la situación privilegiada e insustituible para el aprendizaje de los valores morales. La familia educa más por lo que «hace» que por lo que «dice». Ver artículo completo